El yoga en la playa es una manera creativa y de ensueño para contemplar el amanecer mientras conectamos y transformamos nuestro cuerpo, mente y espíritu a través de esta fascinante práctica. He creado este pequeño apartado para explicarte rápidamente los beneficios y el por qué la playa y el yoga combinan tan bien. Veámoslo.
¿Por qué hacer yoga en la playa?
¿Qué mejor que mezclar una actividad que te guste con un entorno tan agradable como la playa? Hacer yoga en este tipo de lugares, escuchando el suave ir y venir de las olas además de tener un suelo blando fomenta a tener mejores resultados, explorar con tus poses de yoga y respiración, y a conectar con la naturaleza.
La arena es una excelente amortiguadora de caídas, por lo que ejercicios donde estén implicadas posturas con equilibrios y transiciones entre los brazos y las piernas se harán con mayor confianza. Con esto no queremos decirte que no seas cuidadoso al practicar el yoga sobre la arena. Las torceduras de articulaciones siempre son un riesgo que está presente siempre que no se haga el ejercicio de la manera adecuada. Pero también es un factor ideal para que te animes a subir tu nivel e intensidad. La playa es realmente excelente para poner a practica y aprender ejercicios nuevos.
Aunado a lo anterior, es un sitio ideal para hacer yoga en temporada de verano o cuando vas de vacaciones y no quieres perder tu rutina. Eso sí, evita las horas de mayor calor. Si vas a hacerlo, trata de que sea preferiblemente en la mañana antes de que el sol caliente demasiado o en la tarde cuándo ya la mayoría se han ido.
¿Cuáles son los 3 mejores beneficios de practicar yoga en la playa?
Además de todos los beneficios que ya conocemos del ejercicio, el yoga en la playa te da estos 3 beneficios únicos:
1) Mejor oxigenación: La playa es uno de los mejores entornos naturales para respirar aire limpio. Recuerda que el yoga está muy ligado a la respiración. Por lo tanto, no solo estás mejorando tu técnica de respiración sino también lo que respiras.
2) Aumento en la producción de vitamina D: El sol es un gran estimulante para la producción de vitamina D en el organismo.
3) Plus del entorno natural: El ir y venir de las olas, la sensación de la arena bajo tus pies, la tenue luz del sol del amanecer. Todo esto en conjunto hace que el practicar yoga sea una experiencia más agradable que nunca y te libera del estrés.
Con este último beneficio del yoga en la playa hemos concluido este apartado. Solo nos queda pedirte que disfrutes de la paz y la tranquilidad de un entorno tan único como lo es el horizonte marino mientras la suave luz del sol matinal se refleja en tu rostro. Práctica tus asanas en la playa con un mayor grado de tranquilidad y plenitud que solo la playa te puede brindar. ¡Gracias por leerme!
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